martes, 11 de junio de 2013

Ese hediondo canal

Como yo no soy político y no ando buscando caerle bien a nadie le diré con todas sus letras algo que entendí después de estudiar por mucho tiempo ese asunto del canal: es irreal pensar que mientras exista el canal de Panamá es posible construir un canal por Nicaragua para competir con el panameño. Esto lo demostré en un documento que poca gente en Nicaragua leyó, que escribí hace casi 13 años, que sigue siendo actual y lo seguirá siendo por mucho tiempo aún. No le voy a explicar en este post mis argumentos, no tengo tiempo para eso ni hace falta hacerlo porque el asunto que ahora nos ocupa no es si se puede o no se puede, el asunto es otro, el asunto es que Ortega está pretendiendo asaltarnos a plena luz del día con el cuento de que construirá un canal.

Vea usted, Ortega no sabe si se puede o no construir un canal por Nicaragua, su inteligencia no le da para entenderlo. Su único interes en este asunto es estafar al país todo con el cuento chino del canal. Con todo este asunto lo que pretende es aumentar su ya enorme fortuna a niveles que escapan a la imaginación de personas de mente sana como usted y como yo. Probablemente es ya más rico de lo que lo fueron los Somoza en su momento pero eso no le basta, quiere llegar a ser por lo menos tan rico como lo fue Chávez, su ídolo y mentor.

Ortega tiene una mente criminal pero muy poca imaginación así que ahora, al igual que lo hiciera en la escuela, está copiando las ideas de otros. Lo que quiere hacer ahora ya lo pensaron otros. Arnoldo Alemán echó a andar un plan similar y si no pudo ponerlo en práctica fue porque Ortega, que tenía el control de la asamblea, no lo dejó salirse con la suya pensando que un día le llegaría a él mismo la oportunidad de ejecutarlo en su propio beneficio. Ahora, después de años de preparación está listo para ponerlo en marcha.

El plan de Ortega es tan sencillo que cuesta creerlo. Mire usted, el canal, reducido a su más simple expresión es una franja de tierra con un canal enmedio que atravesaría el país de este a oeste, de un mar al otro. Es una franja que en su parte con agua tiene que ser suficientemente ancha para permitir el paso de buques de gran calado en ambas direcciones, pero además necesita mucho espacio a ambos lados para albergar la maquinaria y la gente que construirá el canal mismo pero también para después, cuando haya sido construído. El ancho que en la ley de Ortega tendrá esa franja es lo que nos da la más clara idea de cuánta plata se quiere embolsar. La tierra por la que pasará el canal será negociada por el estado con sus dueños. Esa tierra vale desde hace ya algún tiempo un montón de plata y cada día que pasa sube su precio. El precio de cada metro cuadrado del área que el canal ocupará se mide en dólares, muchos dólares y cuándo usted y yo más adelante en este post hagamos el cálculo de cuántos metros cuadrados son los que el canal utilizará nos quedaremos, usted y yo con la boca abierta. Pero antes déjeme hacerle una pregunta: ¿usted sabe de quién es esa tierra por la que pasará el canal? Pienso que lo sabe.

Alemán había comprado su propia franja de tierra por la que pasaría su canal imaginario. Ahora está compartiendo con Ortega esa tierrita. Ortega se ha llevado la parte del león en la sociedad pero de todos modos la parte que le queda a su asociado es bastante considerable. Pero Ortega no se conforma sólo con esa tierrita y ha 'trabajado' por años para hacerse de enormes propiedades a precios irrisorios. Las suyas son miles de hectáreas en una franja que atraviesa el país de mar a mar, de este a oeste.

Digame usted ¿no le parecía raro que habiendo un río, el San Juan, que ya de por sí es un canal, Ortega quiera hacer pasar su canal por tierra firme? Bueno, es que el río no se le puede vender al estado porque ya le pertenece. Mientras más pase el canal por tierra firme más le conviene a Ortega, el dueño de la tierra, no importa si con eso desafía toda lógica y en lugar de seguir el curso de un canal natural se vaya por tierra firme con grandes elevaciones y muchas dificultades.

Hagamos ahora el cálculo del que le hablaba antes. Hagámoslo rapidito. Supongamos, por decir algo, que el canal atraviesa 300 kilómetros de tierra firme al este y al oeste del lago. No es muy alejado de la realidad pensar que el ancho de la franja que el proyecto necesitará para construir el canal acuático y el ferrocarril acompañante debe ser al menos de dos kilómetros. Seamos conservadores y pensemos que la franja sólo tendrá esos dos kilómetros de ancho. Eso nos deja ya un área de proyecto de seiscientos kilómetros cuadrados, esto es sesenta mil hectáreas que medidas en metros cuadrados son 600 millones de metros cuadrados. Suponga usted que Ortega se queda con un dólar de cada metro de estos, eso hace, claro, una suma de 600 millones de dólares. Pero él no se conformará con un dólar por metro y por eso el costo de proyecto se calcula en más de 40 mil millones de dólares. Pero la franja, se lo aseguro a usted, será mucho más ancha que dos kilómetros. Vaya haciendo sus cálculos.

¿Que de dónde saldrá el dinero para pagar esta piñata canalera? Ortega endeududará al país para pagarse su tierrita. Esa deuda se pagará con plata que saldrá del mismo bolsillo que sale la plata con la que estamos pagando la piñata de 1990 cuando los sandinistas dejaron el gobierno: del bolsillo suyo y mío y del de nuestros descendientes porque esta estafa del canal que no se construirá la seguiremos pagando por los próximos cien años y más allá.

Pero el negocio de Ortega no termina ahí pues en esto del “gran canal” Ortega es cura, sacristán y monaguillo. En cada lugar donde se puede sacar un dólar ahí estará Ortega. De esto hablaremos después, quizás.

Nunca le tuve miedo al yanqui ni le tengo miedo al chino. Es de nosotros mismos, los nicas, de quienes tenemos que cuidarnos. Somos nosotros mismos los que nos hemos abierto las venas. Son nicas los que siempre nos jodieron más. Nica fue Somoza. Nica es Ortega.

[El documento del que le hablé al inicio puede bajarlo aquí en formato pdf o leerlo aquí en html]

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