Es claro para quien quiera verlo que proponer candidatos a la selección de magistrados al Consejo Supremo Electoral es aceptar como legítimo ese proceso de selección. Entendamos que si vamos aceptando como legítimas ciertas partes del "teatro eleccionario" de Ortega en realidad estamos aceptando plenamente todo lo que trae consigo. No es que vamos legitimándolo pasito a pasito, pues este aparato de Ortega no es modular, en el que se puede aceptar algunas cosas y rechazar otras. Esa enorme maquinaria de defraudación, engaño y dominación que Ortega ha diseñado para afianzarse en el poder por los siglos de los siglos no está compuesta de piezas desmontables, es una sola entidad compuesta de una enorme cantidad de piezas interconectadas y si aceptás una pieza estarás aceptando todas las demás, estarás aceptando todo el "proceso electoral" de Ortega.
Mire que participar en esa amañada selección de candidatos a magistrados presentando candidatos propios es aceptación de sus condiciones, no solo para ese mini-proceso sino para toda la elección. Ese es un proceso que hay que denunciar ahora, desmontar ahora, después ya no podremos, pues entonces será demasiado tarde, entonces habremos pecado ya de ingenuos, de inconsecuentes. Entonces no podremos ir a quejarnos pues nos dirán, y con razón, que sabíamos muy bien a lo que nos metíamos. Si por ingenuidad, porque no has entendido con quién estás tratando cedés en esta pequeña cosa, tenés que saber que esto no llegará hasta ahí, viene más detrás de eso.
Creo que es tiempo de definiciones. Yo sé bien que es difícil decir cosas que son impopulares, que se queda uno con muy pocos amigos, pero ni modo, se trata de ser consecuentes con las propias ideas. Aquí no queda sino denunciar, rechazar y boicotear esas falsas elecciones de Ortega, tener un poco de dignidad y no prestarse a legitimarlo.
No se puede estar a la vez con Dios y con el diablo. Recuerden, los creyentes entre ustedes aquello de “porque no fuiste ni frío ni caliente te vomitaré de mi boca”, los no creyentes recuerden que como dice la canción uno no es nada si uno no es ni chicha ni limonada.
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