Esta madrugada, cuando tomaba mi primer dosis de información del día, me encontré con este blog salvadoreño, partidario del FMLN, creo yo, en el que se alertaba de la posibilidad de que en El Salvador se esté gestando un fraude electoral. Me pareció oportuno dejar un comentario solidario cuyas partes medulares transcribo aquí para ustedes.
Yo estoy viviendo ahora en la Nicaragua post fraude electoral (ojalá y le dieras seguimiento a este tema) y te cuento que no es nada agradable el aire que ahora se respira, no es algo que deseo para El Salvador, un país que me es tan querido, ni para ninguna sociedad en realidad. Por una larga historia mi país se ha vuelto muy pobre, la miseria te golpea en el rostro a cada paso, la gente tiene muy poco, casi nada y luego del fraude tienen aún menos, muchos no tienen ya nada. Su último bien, para muchos su más preciado bien, les ha sido arrebatado. Si antes de la elección sentían que aún les quedaba su voz, que tenían un poco de poder, que podían decidir sobre el rumbo que su país y su pueblito deben seguir, ahora que han visto lo que han hecho con su voto, que su voto no cuenta, sienten con razón que ya no tienen nada, que no pintan nada en el panorama, que no son tomados en cuenta, que otros deciden por ellos, que no existen. Hay un terrible sentimiento de frustración, de impotencia, de abandono y tristeza flotando en el aíre. Yo no sé y nadie sabe creo yo qué más va a pasar acá, en este paisito en el que tantas cosas han pasado. Es que nunca antes en la historia post-colonial estuvimos al mismo tiempo tan pobres, tan frustrados, tan impotentes, tan faltos de esperanzas como ahora. Ahora tenemos una combinación de cosas que pueden llegar a convertirse en una mezcla explosiva que nadie sabe cómo explotará, ni cuando, ni dónde, ni cuáles serán sus consecuencias.
Es triste, muy triste, vivir en este país después del fraude. Ya la gente ni siquiera está preocupada ni enojada por quién quede de alcalde en su pueblo. Eso ha dejado de ser importante, la gente está molesta y está brava porque le han robado su voto. Es el voto lo que le preocupa ahora a la gente, es que le hayan robado su instrumento de poder lo que tiene a la gente brava, muy brava. Si el fraude se impone y esto se convierte en la mecha que prenda el explosivo sera muy triste, muy lamentable. Si no pasa nada, si el fraude se impone y la gente pierde sin más su capacidad de decidir será también muy triste. Ahora estamos los nicas ocupados en desmontar el fraude, gastando energías que deberíamos estar utilizando en cosas más productivas, pero ni modo, hay que hacerlo porque si no estaremos más jodidos de lo que ya estamos.
Esto que aquí esta pasando, que estemos viajando hacia atrás en el tiempo, que estemos regresando hacia un pasado que parecía ya superado es terrible, doloroso. Por eso espero que no haya fraude en las elecciones de El Salvador, que la gente allá no tenga que pasar por lo que ahora estamos pasando, que se respete su voluntad y no tengan ustedes que pensar las cosas que ahora andamos pensando ni considerar las opciones que ahora andamos sopesando.
Así que mi recomendación a los blogueros salvadoreños es que estén vigilantes, que no dejen que le roben su decisión a la gente, que denuncien cualquier maniobra de cualquiera en cualquier bando, que traten de evitar que ocurra fraude y si con todo y todo ocurriera, habrá que denunciarlo por el bien de la sociedad toda.
Yo estoy viviendo ahora en la Nicaragua post fraude electoral (ojalá y le dieras seguimiento a este tema) y te cuento que no es nada agradable el aire que ahora se respira, no es algo que deseo para El Salvador, un país que me es tan querido, ni para ninguna sociedad en realidad. Por una larga historia mi país se ha vuelto muy pobre, la miseria te golpea en el rostro a cada paso, la gente tiene muy poco, casi nada y luego del fraude tienen aún menos, muchos no tienen ya nada. Su último bien, para muchos su más preciado bien, les ha sido arrebatado. Si antes de la elección sentían que aún les quedaba su voz, que tenían un poco de poder, que podían decidir sobre el rumbo que su país y su pueblito deben seguir, ahora que han visto lo que han hecho con su voto, que su voto no cuenta, sienten con razón que ya no tienen nada, que no pintan nada en el panorama, que no son tomados en cuenta, que otros deciden por ellos, que no existen. Hay un terrible sentimiento de frustración, de impotencia, de abandono y tristeza flotando en el aíre. Yo no sé y nadie sabe creo yo qué más va a pasar acá, en este paisito en el que tantas cosas han pasado. Es que nunca antes en la historia post-colonial estuvimos al mismo tiempo tan pobres, tan frustrados, tan impotentes, tan faltos de esperanzas como ahora. Ahora tenemos una combinación de cosas que pueden llegar a convertirse en una mezcla explosiva que nadie sabe cómo explotará, ni cuando, ni dónde, ni cuáles serán sus consecuencias.
Es triste, muy triste, vivir en este país después del fraude. Ya la gente ni siquiera está preocupada ni enojada por quién quede de alcalde en su pueblo. Eso ha dejado de ser importante, la gente está molesta y está brava porque le han robado su voto. Es el voto lo que le preocupa ahora a la gente, es que le hayan robado su instrumento de poder lo que tiene a la gente brava, muy brava. Si el fraude se impone y esto se convierte en la mecha que prenda el explosivo sera muy triste, muy lamentable. Si no pasa nada, si el fraude se impone y la gente pierde sin más su capacidad de decidir será también muy triste. Ahora estamos los nicas ocupados en desmontar el fraude, gastando energías que deberíamos estar utilizando en cosas más productivas, pero ni modo, hay que hacerlo porque si no estaremos más jodidos de lo que ya estamos.
Esto que aquí esta pasando, que estemos viajando hacia atrás en el tiempo, que estemos regresando hacia un pasado que parecía ya superado es terrible, doloroso. Por eso espero que no haya fraude en las elecciones de El Salvador, que la gente allá no tenga que pasar por lo que ahora estamos pasando, que se respete su voluntad y no tengan ustedes que pensar las cosas que ahora andamos pensando ni considerar las opciones que ahora andamos sopesando.
Así que mi recomendación a los blogueros salvadoreños es que estén vigilantes, que no dejen que le roben su decisión a la gente, que denuncien cualquier maniobra de cualquiera en cualquier bando, que traten de evitar que ocurra fraude y si con todo y todo ocurriera, habrá que denunciarlo por el bien de la sociedad toda.
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