lunes, 27 de octubre de 2008

Empezando yo a andar

Yo no le voy a decir quién es la persona que esto escribe, no le voy a decir cómo me llamo y dónde vivo, o si soy varón o soy mujer. Voy a esconder mi rostro, mi nombre y dirección porque hoy me hago el voto de ir a luchar contra el despropósito que Daniel Ortega tiene de convertirse en dictador en Nicaragua. Mire usted, yo no tengo nada contra Daniel presidente, porque el pueblo, incluyéndolo a usted que no votó por él, lo escogió para ese cargo. Pero no puedo aceptarlo como dictador, ni a él ni a nadie. En los meses que vienen pienso convertirme en peligroso para el régimen de Ortega y como estoy convencido que toda persona que el régimen considere peligrosa terminará en algún momento con sus huesos en la cárcel o en el cementerio, esconderé mi rostro para protegerme y proteger a los míos. Si me va bien, un día le contaré cómo me llamo, aunque eso no importa pues no soy importante y nunca lo seré.

¿Sabe usted? Para serle sincero no tengo ni la menor idea de qué cosas haré y con quién me juntaré en esta un tanto quijotesca tarea, pero por el camino se acomodan las cargas dicen y ya se acomodarán. Dicen también que una larga caminata empieza dando un primer paso y eso estoy haciendo ahora, empezando a andar. Puede ser que fracase en este intento y que no pueda llegar muy lejos ni evitar que se imponga la dictadura, pero al menos lo habré intentado. Ojalá me encuentre con usted por ahí en este caminito.