sábado, 2 de mayo de 2020

El país de los Ortega

 Seven Errors of the Nicaraguan Government on the Pandemic | Havana ...


Ortega habló y por sus palabras, parece que vive en otro país, en otro mundo. Y es así exactamente: él, su mujer, sus hijos e hijas, yernos y nueras y toda su descendencia de vampiros que se alimentan de la sangre del pueblo viven en otro país.
El de ellos, es un país que ni siquiera tiene la misma temperatura que el nuestro. Si ustedes se fijan, en el país de ellos la gente tiene que usar chaquetas pues hace frío, sus acondicionadores de aire no se paran nunca combatiendo el terrible calor de la Nicaragua nuestra pues ellos son dueños de todo, los combustibles y la energía eléctrica incluidos. Mientras en el bochorno de la Managua en verano la gente suda por todas partes del cuerpo sin importar si se puso antitranspirante y a mediodía huele a cacho quemado, ellos van por ahí, dentro de sus autos blindados, con sus camisitas blancas inmaculadas, oliendo a Hugo Boss y a Chanel y al perfume de moda mandado a traer directamente de París y que el mismísimo embajador se encargó de ir a comprar, pues todos los embajadores son sus mandaderos y están ahí donde están para hacerles los mandados.
Viven en otro país, uno donde no falta la comida, donde ninguno tiene que trabajar y puede adquirir lo que se les ocurra, donde lo que se puede tener está limitado por la propia imaginación del principito o la princesita. El teléfono más caro, la ropa más cara, el televisor más nuevo y más caro, todo puede tenerse, no importa lo que cueste pues cuando se tiene todo el dinero todo vale nada. Aquí es cierto eso de “pide y se te concederá” que se lee en la biblia.
Es aquel un país donde podrías comer lo que se te ocurriera y no solo gallopinto si tuvieras imaginación y buen gusto (alguna vez, después de ver películas de ricos o esos “reality shows”, se le ha ocurrido a más de uno mandar a traer el más fino caviar solo para tirarlo a los perros después de probarlo porque “esa mierda parece jarabe de hígado de bacalao” pues como dice un buen amigo mio “el chancho como lo crían”).
En ese país de ellos la vida es una fiesta permanente, es como el cielo que imaginan los pobres, solo que mejor pues la imaginación de lo que se puede tener aumenta cuando has visto las cosas que podés tener, cuando has ido a tiendas llenas de cosas que podés adquirir con solo pedir que las pongan a la cuenta de papá o mamá, cuando has visto los anuncios de los canales extranjeros y has leído las revistas que leen los ricos.
Rodeados de criados que están ahí, disponibles a cualquier hora del día o de la noche, los miembros de la familia solo tienen que hacer una seña para ver cumplido el más disparatado de los caprichos. Todos son vistos como criados de la familia en realidad, no importa si son ministros, o embajadores o alcaldes, todos quienes reciben un sueldo del estado-partido están al servicio de la familia. Los demás son solo súbditos.
¿Entienden por qué fueron “con todo” cuando un grupito de jóvenes protestó en abril del 2018 y han seguido desde entonces yendo con todo?
Después de vivir en el cielo ya no se puede más vivir en la tierra y además, aunque ya son inmensamente ricos aún quieren seguir exprimiendo el país. Más aún, Ortega y su mujer podrían irse a cualquier país y disfrutar de su fortuna pero no es solo dinero lo que quieren, también quieren restregar su poder en el rostro de los enemigos. Quiere la doña que aquellos que alguna vez la llamaron puta, loca y poeta de mierda, se muerdan ahora la lengua. Quiere el anciano que la sociedad que siempre lo trató como escoria lo vea ahora dirigir los destinos del país. Quieren desquitarse, quieren vengarse.
Nadie, ninguno en esa familia tarada sobreviviría ni un solo día allá afuera de su fortaleza. Como esos animalitos salvajes que han sido criados en cautiverio, no podrían sobrevivir fuera de su jaula de oro. Sin haber trabajado nunca ninguno de ellos, desde el abuelo hasta el último de la sangrienta estirpe, sin saber lo que significa ganarse el pan con el sudor de su frente, sin ninguna disciplina, sin mucha inteligencia (pues habilidad para el crimen no es lo mismo que inteligencia), sin ningún conocimiento útil, lo único que les quedaría sería mendigar o prostituirse, pues aunque en esa familia no son muy agraciados siempre hay por ahí algún desesperado dispuesto a acostarse con cualquiera.
Entiendan, más de uno ha dicho que Ortega y su mujer se creen dioses, no es así, en el universo en el que ellos viven ellos son dioses. No se creen dioses, se saben dioses. Por eso no hay otra alternativa que destruir ese planeta en el que viven. Que yo recuerde, ninguno de los dioses que se fueron abandonó nunca el Olimpo por su propia voluntad, fueron echados fuera.

lunes, 16 de marzo de 2020

La dictadura y el Coronavirus


Usted no me está parando bola. Yo aquí tratando de llamar su atención, tratando de preocuparle así como estoy yo de preocupado y usted viendo hacia otro lado o mirándome como loco. Y no es que me moleste que me miren como loco, en realidad ya me acostumbré, pero esta vez quiero que me tome usted en serio y me lea hasta el final y ojalá y consiga yo preocuparle, aunque solo sea un poco, pues esto de lo que quiero hablarle me parece de una seriedad terrible.
Le voy a hablar del comportamiento de la dictadura frente al Coronavirus. Hoy estuve escuchando comentarios por la radio y leyendo opiniones por aquí y por allá de diferentes segmentos de la población y percibo que la idea general que tiene la gente es que frente a la amenaza del Coronavirus el gobierno es irracional, que la chamuca y el dictador están locos y que son unos irresponsables. Creo que hay gente que piensa que Ortega y la Murillo no son conscientes de lo que hacen, que están encerrados en una burbuja allá en El Carmen y no son capaces de entender lo que está ocurriendo en el mundo y lo peligroso que es el virus, sobre todo para un país como el nuestro que no tiene manera de enfrentarlo, con una población que en un buen número y por diferentes razones está en enorme riesgo.
Déjeme decirle que en mi opinión en el universo chamuco nada ocurre por casualidad, todo tiene un propósito y un objetivo, cada acción o inacción es un movimiento de piezas en el desquiciado ajedrez de la dictadura. Esta actuación frente al Coronavirus no es casual, es dirigida, es racional. Es racionalidad chamuco-ortegana pero racionalidad al fin.
En las sanas mentes de usted y de mí (la suya seguramente más sana que la mía) eso de exponer a la gente al contagio del virus de ese modo escandaloso parece definitivamente una locura, un acto irracional, pero no, no lo es, no se engañe usted: es un acto consciente del dictador y su consorte, una actuación muy bien pensada. Esos niños y los adultos que fueron enviados a recibir a los turistas que llegaron el fin de semana en el crucero MS Amadea fueron enviados ahí con la intención de que se contagien con el virus. Las concentraciones ya realizadas y las planeadas tienen la intención de que las personas se contagien del virus las unas a las otras. Seamos claros: en Nicaragua no hay maneras de evitar la muerte de los contagiados que se encuentran en las categorías de mayor riesgo, los ancianos y las personas con su inmunidad disminuida. No hay medicina, no hay equipos, no hay conocimientos, ni se están adquiriendo estas cosas por ninguna parte.
Hay que procurar entender la racionalidad chamuco-ortegana y para eso hay que estudiar detenidamente las dictaduras de los Somoza, del padre y los dos hijos. Observando las cosas que Daniel Ortega hace, las cosas que dice, parece como si debajo de su almohada guardara celosamente una biografía de Anastasio Somoza García y la leyera cada noche. Somoza García parece ser el mentor de Ortega, su ídolo. Pero Ortega no se queda ahí y también presta atención a los modos de actuar de los Somoza Debayle que heredaron la dictadura de su padre y le imprimieron su propio sesgo. Ortega copia a los Somoza y se refocila pensando que los supera ya.
Otro día le hablaré de esto con más detalle, por hoy déjeme decirle que en este momento Ortega parece estar siguiendo el ejemplo del último de los Somoza en su comportamiento frente a la enorme tragedia que significó el terremoto de Managua en 1972. El terremoto le sirvió a Somoza Debayle para fortalecer su dictadura y para hacerse más rico de lo que ya era, entre otras formas lucrándose de la ayuda internacional recibida. Aunque había un triunvirato, que era un gobierno de mentira, Somoza Debayle creó un Comite Nacional de Emergencia al que dio poderes especiales y que él mismo presidió. Ese comité tuvo en realidad el poder real.
Le voy a decir lo que creo que pretenden hacer Ortega y la Murillo. Como no tengo miedo al ridículo se lo voy a decir claro y pelado: quieren que haya una tragedia enorme en el país, que haya caos, que muera mucha gente y muchos otros se enfermen para entonces, bajo la justificación del caos y la tragedia imponer un estado de emergencia que utilizarán para dos cosas: para hacerse más ricos y para afianzar su poder. Anoche no dormí pensando en estas cosas y tratando de entender el razonamiento criminal de los Ortega Murillo. Hice una lista (que no publicaré) de las cosas que harán a la sombra de un estado de excepción en el que su asamblea les dotará de poderes extraordinarios y omnímodos, un poder sin límites. El horror que se vivió a partir de abril del 2018 será solo una sombra del terror que impondrán entonces bajo la excusa de la seguridad nacional y la lucha contra el virus.
Hay gente por ahí, algunos quizás con buena intención, que piden casi a gritos que se imponga un estado de emergencia para enfrentar la pandemia, ellos no tienen idea de lo que están hablando. Con o sin estado de emergencia la dictadura no tiene maneras de enfrentar el virus, ni tiene voluntad de hacerlo. Con estado de emergencia lo único que procurará la dictadura será silenciar de una vez y para siempre a la oposición. Estado de Sitio, Ley Marcial, toque de queda, son cosas que los mayores conocimos muy bien, esas son las cosas que se vendrán encima del pueblo nicaragüense. Bajo su sombra, Ortega procurará eliminar los obstáculos a su poder. Como Somoza García, su mentor, el dictador solo conoce tres instrumentos para mantenerse en el poder: plata, palo y plomo y en esta etapa de la dictadura la plata y el palo no bastan ya, ahora subirá la dosis de plomo hasta ahogarnos en el humo de la pólvora.
Me gustaría estar equivocado, pero ¿y si no lo estoy?