Yo creo que frente a nuestros ojos se van definiendo dos bandos -no hay más que dos- que en las semanas que vienen se verán mucho más claramente: el de aquellos que desean realmente terminar con la dictadura orteguista y el de aquellos que quieren que siga, bien sea en su forma actual o bien vestida de seda y peinada de moña, como la mona del cuento.
Los primeros rechazarán acudir como candidatos y como electores a las amañadas elecciones de Ortega, los segundos las abrazarán de cualquier modo para legitimar a la dictadura y quizás (algunos de ellos) poder agarrar de ese modo los huesitos que el tirano les lance, sumisos, como esos flacos perritos que se nos acercan en las fritangas. Si acaso tenemos dudas sobre la gente las dudas muy pronto terminarán, veremos entonces quién es quién. Algunos que tan bonitos se veían se verán entonces feítos los pobrecitos. Las máscaras caerán.
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